LA ARGENTINA PUEDE Y DEBE CONSTRUIR UN ORDEN DEMOCRÁTICO Y RESPETUOSO, A LA VEZ QUE EFECTIVO

La UCR manifiesta su preocupación ante la grave situación que padecen miles de nuestros conciudadanos librados hoy a su suerte para conseguir bienes y recursos indispensables para la vida cotidiana mientras que, una vez más, el Gobierno se auto adjudica más de 300 millones de dólares diarios por decreto para gastar arbitrariamente.

El país no atraviesa, afortunadamente, ninguna crisis económica o institucional severa. Se comprueban, en cambio, problemas de gobierno y de gestión, sistemáticos y acumulativos, derivados de años de falta de previsión, de discrecionalidad, de alteración de reglas y de políticas de estricto día a día los que han llevado a que el Gobierno Nacional no pueda garantizar agua para todos, ni combustible para todos, ni energía para todos, ni moneda circulante para todos, lo que deriva en problemas mayores para jubilados y pensionados.

Y, más grave aún, no puede garantizar el orden democrático y la paz social, incapacidad que ha provocado, nuevamente, muertes lamentables e inexplicables.

Por su parte, ni el gobierno de la Provincia de Buenos Aires ni el de la Ciudad de Buenos Aires han contribuido a paliar y atemperar la grave situación creada. Uno por haber cedido toda autonomía decisional al Gobierno Nacional. El otro por esconder sus gravísimos problemas de gestión victimizándose en vez de asumir sus responsabilidades, y sosteniendo una postura autoritaria y retrograda que lejos está de contribuir a la paz social que todos queremos.

Se ha generado una falsa dicotomía entre tolerancia del incumplimiento de las leyes y orden autocrático. La Argentina puede y debe construir un orden democrático, respetuoso y protector, a la vez que efectivo. Ni criminalizar las protestas sociales, ni permitir el arbitrario uso del espacio público.

Simplemente debemos recuperar el sentido cívico y la valoración de lo público como espacio a ser cuidado y preservado. De lo contrario siempre estaremos al borde del abismo represivo o del riesgo de desborde. Las muertes de los últimos días son el saldo negativo de una institucionalidad frágil y débil, de un Estado en falta.

No se trata, tampoco, de negar los problemas ni de responsabilizar sistemáticamente a terceros. La solución pasa por asumir los problemas seriamente, discutirlos democráticamente, construir capacidad de gestión estatal eficaz y producir las decisiones necesarias sujetas, de forma irrestricta, a la letra y el espíritu de nuestra Constitución Nacional. En ese camino la UCR estará, como siempre en su dilatada trayectoria, del lado de las instituciones y de la paz.

A pesar de esta permanente disposición para el compromiso democrático, el Gobierno Nacional insiste en forzar la institucionalidad y rehuir el debate público. Este persistente desprecio por el diálogo institucional y, además, el ejercicio habitual de la prepotencia política han funcionado como ejemplos negativos que animan a diversos sectores sociales a sentirse legitimados a violar el Estado de Derecho.

Es por ello que, en el convencimiento que la democracia impone a los gobiernos la responsabilidad de la cooperación, la UCR reclama al Gobierno la convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso Nacional para que la definición de las políticas públicas, y la consiguiente asignación presupuestaria, sean el resultado de las prioridades sociales en este momento histórico de la Nación Argentina: la meta de la igualdad en una sociedad que supo ser la más igualitaria de América Latina, la modernización productiva que permita que el crecimiento económico abra paso al desarrollo inclusivo y perdurable, y la reconstrucción de la calidad institucional, condición necesaria para una convivencia pacífica y democrática entre los argentinos.

Ernesto Sanz

Presidente

Comité Nacional

Unión Cívica Radical

Jesús Rodríguez

Secretario General

Comité Nacional

Unión Cívica Radical

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